Prevención, vacunación y tamizaje: claves en el combate contra el papiloma humano.

La vacunación, el uso de condón, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado son las mejores herramientas para luchar contra la infección causada por el Virus del Papiloma Humano (VPH) -precursor del cáncer cervicouterino (CaCu).

La Organización Panamericana de la Salud (PAHO) estima que nueve de cada diez personas serán infectadas por el VPH en algún momento[1], potenciando con ello el riesgo de CaCu, así como cáncer de vulva, vagina, pene, ano orofaríngeo[2].

“Sin VPH no hay CaCu. Pero tener VPH no significa tener CaCu. Por eso, en el Día Internacional de la Concientización sobre el VPH, vale la pena reflexionar sobre la importancia de la prevención, detección y tratamiento del VPH, un virus que puede causar CaCu, el cual es la segunda causa de muerte en mujeres[3]”, dijo el doctor Jorge García Alemán, Gerente Clínico y de Consultoría de Becton Dickinson (BD).

La infección por VPH se transmite durante el contacto con una zona infectada del cuerpo, incluyendo el sexo sin protección por vía vaginal, anal y oral[4]. Puede ser causada por más de 100 genotipos, pero solo 14 son de alto riesgo para el desarrollo de CaCu[5]; concretamente los genotipos 16, 31, 33, 45 y 18 representan riesgo para el 80% de las formas de cáncer invasivo, de ahí la importancia de estudiar los distintos genotipos ya que cada uno presenta un riesgo diferente para progresar a CaCu.

“El cáncer cervicouterino no causa síntomas en sus primeras etapas, por lo que es muy importante seguir tres pautas clave: vacunación contra VPH, uso de condón, tamizaje y tratamiento oportuno”, añadió el especialista.

En México la vacuna contra el VPH forma parte del Esquema Nacional de Vacunación desde el año 2012. Contempla dos dosis para niñas de quinto año de primaria u 11 años[6].

También es importante utilizar métodos de barrera durante las relaciones sexuales y someterse de forma periódica a una prueba de citología cervical de base líquida (CBL), conocida como Papanicolaou.

Esta prueba ayuda a identificar VPH y lesiones precancerosas. Se realiza en 15 minutos y es indolora[7]. Consiste en la toma de muestra de células de cérvix mediante una espátula o cepillo de muestreo. Dicha muestra se coloca en un medio líquido especial, luego se centrifuga y finalmente se analiza bajo el microscopio, ofreciendo altos índices de efectividad.

El Sector Salud ofrece pruebas de Papanicolaou a mujeres de entre 25 y 34 años, así como un esquema de detección con prueba de VPH; este es para mujeres de 35 a 64 años[8].

Bajo el marco del Día Internacional de la Concientización sobre el VPH, Becton Dickinson se une al llamado nacional e internacional de diversos organismos de salud para incentivar la prevención, el diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado del VPH.

De acuerdo con el Observatorio Global del Cáncer (Globocan), en 2020 en México se registraron más de 9 mil 400 casos nuevos de cáncer de cérvix y más de cuatro mil 300 defunciones por esta causa, ubicándose como la segunda neoplasia más común en las mujeres. El cáncer de mama ocupa el primer lugar[9]. www.bd.com/es-mx.

[1] PAHO, Acerca del VPH.

[2] Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Infección genital por VPH: hoja informativa

[3] Organización Mundial de la Salud. Papilomavirus humanos (PVH) y cáncer cervicouterino.

[4] VPH y Cáncer, American Cancer Society.

[5] Chavarro Vicuña N, Arroyo Hernández G, Alcázar LF, et al. Cáncer cervicouterino. An Radiol Mex 2009.

[6] Instituto Nacional de Salud Pública, La Investigación detrás de…

[7] Contreras HR. Papanicolaou y citología líquida en el diagnóstico de cáncer de cérvix. Hospital Civil de Maracay. 2012.

[8] Cáncer de cuello uterino. Prevención y detección oportuna.

[9] Globocan, México 2020.

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