El pensamiento mágico y humoral predominó en la construcción del conocimiento de las enfermedades durante muchos siglos no siendo el cáncer su excepción, incluyendo un gran aporte de imaginación y misticismo, y ante la usencia de tratamiento llegaron a proponerse soluciones mágicas y divinas, hubo incluso algún médico que recurrió al exorcismo para su posible cura, entre la realeza, existían rituales, incluso la Reina Elizabeth llego a portar un amuleto en su cuello , que tenía la virtud de expeler el aire infectado y así prevenir la enfermedad.
El conocimiento real de la historia del cáncer hasta ahora pareciera inconcluso, actualmente la mayoría de las mujeres que sufren esta enfermedad en estadios iniciales, pueden ser tratadas con la conservación de mama, y con procedimientos como lumpectomía, quimio y radioterapia.
La prevención del CM ha sido un desafío para la salud pública por su repercusión sobre los daños a la salud. La manipulación dietética es otra estrategia de prevención de CM que ha sido propuesta, sin embargo, con los conocimientos actuales, todavía no es posible realizar medidas de prevención primaria de la enfermedad.
Existen factores de riesgo relacionados con el estilo de vida que podrían ser controlados, el consumo de bebidas alcohólicas, el sobrepeso o la obesidad después de la menopausia y otros que pueden ser complejos de tratar como la decisión de no ser madre o evitar la lactancia materna, incluso la elección del control de natalidad a base de tratamientos hormonales.
La nutrición, es una parte importante no solo durante el tratamiento del cáncer de mama, sino como hemos visto es importante en el antes y después de toda enfermedad, de hecho, una sana y adecuada alimentación en cualquier etapa de nuestra vida será siempre un factor de prevención para preservar la fuerza, los niveles de energía y defensas contra las infecciones.
Las personas que se alimentan bien pueden tolerar mejor los efectos secundarios del tratamiento, de hecho, sabemos que algunos tratamientos contra el cáncer realmente funcionan mejor si el paciente está bien nutrido, y consume suficientes calorías y proteínas.
Expertos aconsejan la elección de variedad en vegetales, disminuir el consumo de carnes rojas y procesadas y sustituirlas por una combinación de leguminosas, incrementar el consumo de frutas y verduras ricas en vitamina C, y limitar la cantidad de sal y grasas en los alimentos. Considerar un par de bocadillos durante el día, en el caso de las personas que están bajo tratamiento, de tal forma que les permita mantener sus niveles de energía. Estos bocadillos deberán ser de buena elección como: cereales, queso, frutas, gelatinas, semillas y nueces entre otros.
La actividad física moderada, también jugará un papel muy importante en los factores de prevención, tratamiento y recuperación, fomentará un buen porcentaje de masa muscular, huesos fuertes, bajos niveles de grasa corporal e incluso ayudará a disminuir la depresión, el estrés, o problemas de digestión, temas a los que comúnmente se enfrenta el paciente con CM.