La convivencia familiar despierta emociones, algunas gratas y otras desagradables sobre todo si tenemos asuntos pendientes que resolver y esto ocasiona que las fiestas decembrinas puedan generar estrés más que celebración. La convivencia familiar despierta emociones, algunas gratas y otras desagradables sobre todo si tenemos asuntos pendientes que resolver.
Así lo explica Alicia Martínez, Psicóloga, psicoterapeuta, consteladora familiar y guía de meditación, orgullosamente mexicana con más de 20 años de experiencia en el ramo. La experta nos habla de cómo prepararse para las fiestas decembrinas y de la relación con la familia.
«Las fiestas de fin de año son “rituales o costumbres” que hacemos de forma inconsciente de acuerdo a como vivimos todo el año. Las situaciones familiares que no resolvimos como podría ser un divorcio, poner o no límites en diferentes aspectos, la pérdida de un ser amado, entre muchas situaciones se intensifican durante las fiestas decembrinas. Por eso es importante tener herramientas para enfrentar a: Mayor estrés, emociones no resueltas como enojo, culpa, tristeza o incluso miedo.
Al respecto te comparto algunos consejos y herramientas para identificar y liberar emociones antes de estas fiestas y recursos para cerrar el año con mayor tranquilidad:
• Si este año estás en duelo por la pérdida de un ser querido o una separación, date tiempo de llorar, escribir, buscar ayuda profesional y no te “esfuerces” en asistir a todos los compromisos.
• Si vas a dar regalos, realiza tus compras entre semana y lo más temprano posible, evitaras el estrés del tráfico, y estar entre tanta gente. Incluso puedes realizar tusregalos con tus manos y darle un giro a la inercia de gastos innecesarios. Hacer manualidades te conecta con la tranquilidad y el amor.
• Organiza tu agenda y se selectivo. Poner límites y saber decir no a lo que no puedes o no quieres asistir es indispensable para tu salud mental. Te recomiendo decidir por las reuniones donde están las personas mas importantes para ti
• Se consciente de tu alimentación: Aunque es una época donde relajamos nuestra dieta habitual, vale la pena que seas consciente de los días específicos en que te darás “permiso” de comer diferente