Los cambios operativos y en el calendario escolar, causados por la emergencia sanitaria, originan consecuencias importantes en las más de 250 mil escuelas del país, ya que se anticipo el cierre de clases y los cursos de verano tendrán que ser virtuales.
“En nuestro caso, siempre estamos pendientes de apoyar a los niños y sus familias en todas sus necesidades y por ello decidimos continuar con todos los contenidos de manera virtual desde el inicio del confinamiento. Además, hemos adelantado el comienzo de nuestro curso de verano, que, por primera vez en 34 años, será digital”, cuenta Patricia de la Fuente, fundadora y directora de Servicios Educativos para el Desarrollo Infantil (SEDI).
“Quisimos centrar los contenidos del curso en dos ejes: la estimulación y motivación de los niños, que ya tienen casi tres meses en casa. Los talleres buscan fomentar su imaginación, creatividad y actividad física”, asegura De la Fuente.
Ante las restricciones de movimiento y la imposibilidad de desplazarse a lugares de veraneo, el equipo decidió que la escuela de verano este año sea un viaje virtual por el mundo. Como si se tratara del protagonista de la obra de Julio Verne, los niños pueden visitar diferentes regiones y países, aunque en este caso, lo harán en menos de ochenta días.
“Cada semana inicia un viaje virtual a alguna región o país del mundo para que los niños conozcan las tradiciones de esos lugares. Los diferentes talleres creativos de música, canto, artes plásticas y gráficas, pintura, baile, literatura y cocina se relacionan con los sitios que se conocen,” detalla De la Fuente.
Junto con los contenidos creativos y artísticos, se aborda el ejercicio físico. “En la clase actívate se combina el juego y la actividad física dirigida. El primero es importante porque es intenso y va regulado por el mismo cuerpo del niño; mientras que con la actividad dirigida podemos corregir y trabajar aquellas áreas menos desarrolladas de tono muscular, postural o de coordinación”, explica Juan Calderón, especialista en educación física, desarrollo motriz infantil y profesor de Actívate en SEDI.
La actividad física, tanto lúdica como planeada, tiene numerosos beneficios en los niños, mejora la coordinación y los reflejos. También permite incrementar la capacidad pulmonar, mejorar el funcionamiento cardiovascular, la cantidad de colesterol bueno y malo y el peso corporal.
Para el trabajo virtual se necesita un tipo de atención diferente al vivencial. “En los grupos de nivel preescolar y primaria baja, los niños son pequeños y no tienen una atención muy prolongada, por lo que exige que los maestros se centren, en un primer momento, en desarrollar estas habilidades”, explica Patricia. La escuela de verano virtual SEDI inició el 15 de junio al 7 de agosto con inscripciones semanales en turnos matutinos, vespertinos o de jornada completa para niños a partir de los cinco años.