En un momento donde la economía mexicana busca fuentes alternativas de dinamización tras un entorno global incierto, el arte contemporáneo emerge como un activo estratégico que no solo aporta valor cultural, sino que ofrece rendimiento, estabilidad y legado patrimonial. En este contexto, Arte Capital se posiciona como una plataforma de alto impacto económico y social, al conectar a inversionistas con las nuevas voces del arte nacional.
En su edición más reciente, la feria reportó una derrama económica superior a los 6.7 millones de pesos en ventas, confirmando que en México el arte ya no solo se contempla: se capitaliza. Su director, el promotor cultural Christian Borbolla, ha sido recientemente galardonado con el Doctorado Honoris Causa por su destacada labor en la profesionalización del arte emergente y su compromiso con la creación de un ecosistema donde cultura y economía convergen.
“Invertir en arte es invertir en cultura, creatividad y estabilidad en tiempos inciertos. Arte Capital ha sido una apuesta por abrir puertas a artistas emergentes y construir un puente con el coleccionismo contemporáneo. Hoy, ese puente es también una vía de inversión inteligente”, señaló Borbolla tras recibir el reconocimiento.
Ante la creciente volatilidad de los mercados financieros tradicionales, los bienes culturales —y en particular el arte contemporáneo— están ganando terreno como activos refugio. De acuerdo con el Art Market Report 2024, el 45% de los compradores en América Latina consideran el arte una inversión a largo plazo, mientras que el 37% prioriza adquirir obras de artistas emergentes, motivados tanto por su potencial de valorización como por el deseo de respaldar propuestas frescas y auténticas.
En México, este cambio de mentalidad ha sido impulsado por plataformas como Arte Capital, que ha logrado profesionalizar el acceso al arte, facilitar la entrada de nuevos inversionistas al mundo del coleccionismo, y sobre todo, contribuir activamente a la economía naranja. Con más de 3,000 visitantes en su última edición, la feria se ha convertido en un termómetro del nuevo perfil de coleccionista: joven, estratégico y comprometido con el legado cultural del país.
El Doctorado Honoris Causa entregado a Christian Borbolla no solo reconoce una trayectoria, sino una visión de futuro donde el arte contemporáneo es motor de desarrollo económico, herramienta de transformación social y activo financiero con rostro humano.
En este nuevo escenario, es fundamental educarse, informarse y acercarse con curiosidad al universo del arte contemporáneo. Invertir en arte no es un privilegio, es una oportunidad accesible que requiere sensibilidad, estrategia y guía. Ferias como Arte Capital invitan al público a formarse como nuevos coleccionistas, entender el valor real de una obra y tomar decisiones con visión patrimonial. Porque el arte no solo transforma espacios, también transforma futuros.