México tiene una rica tradición operística que se ha desarrollado desde principios del siglo XVlll, y que extendió sus raíces al mundo prehispánico, dice Enid Negrete, investigadora y organizadora del primer Diplomado en ópera que se realiza en línea, del 13 al 18 de julio,
La doctora en Artes Escénicas por la Universidad de Barcelona, explica que para llenar este vacío desarrolló el Diplomado de Ópera Mexicana, en colaboración con la Escuela Superior de Música Fausto de Andrés, del Instituto García de Cisneros AC, de Cholula, Puebla.
“En los conservatorios de canto de México, ninguna carrera dedica, ni ha dedicado nunca una materia al estudio de la ópera nacional, por esta razón mme gusta poder compartir con la mayor cantidad posible de mexicanos el gusto por conocer este legado, es nuestro patrimonio y nos interesa llegar, claro, a músicos, directores de escena, cantantes e instrumentistas, pero el diplomado también está abierto para antropólogos, historiadores, pero sobre todo para los amantes de la opera”.
«Los mexicanos tenemos una tradición de creación lírica que data de hace 300 años y desde hace 150 exportamos artistas al mundo operístico internacional», destaca la crítica de ópera y productora mexicana.
La también titular de la Fundación Arte Contra la Violencia AC., dice que las primeras creaciones de coro se dieron a inicios de la Colonia, alrededor de 1600, y en las diferentes órdenes religiosas que llegaron con los colonizadores se habló del talento que había para la música y el teatro entre los habitantes originarios. Además las voces mexicanas eran desde entonces muy valoradas», comenta Negrete.
En esta tradición operística que está entre las más antiguas del mundo, se encuentra Sor Juana Inés de la Cruz y se cuenta que el famoso compositor Manuel Soumaya, nacido en la Nueva España, escribió en 1711 la primera ópera del Virreinato “La Parténope, hasta la fecha extraviada. Desde entonces la ópera tuvo un lugar privilegiado en la cultura novohispana y hasta el siglo XX.
Para revalorar la ópera se creó el diplomado impartido por especialistas en musicología, escena, canto, repertorio, literatura y recepción del público. Se abordan aspectos poco conocidos, como la importancia de la creación femenina que floreció en el ambiente conventual, las leyes Indianas de España..
El Diplomado de Ópera Mexicana consta de tres módulos y plantea un análisis del desarrollo operístico nacional desde sus antecedentes prehispánicos hasta la actualidad.
El primer módulo, que tiene una cuota de recuperación de 2,000 pesos mexicanos, se titula “Escena lírica prehispánica y colonial”, y se lleva a cabo del 13 al 18 de julio. En esta parte del programa, que tiene una duración de 38 horas (18 teóricas y 20 prácticas), se abordan los antecedentes prehispánicos del teatro musical (el cuícatl, expresión que entretejió canto, poesía, música instrumental y danza en una narración escénica) hasta el surgimiento y desarrollo de la ópera en el periodo virreinal.
Por las mañanas se imparten las clases teóricas, a cargo de especialistas, mientras que por la tarde se analizan partituras operísticas en sesiones apoyadas por músicos en vivo. Este primer módulo concluye la noche del sábado 18 de julio con un concierto virtual.
Enid Negrete señala que participan en el diplomado: César Zayas, doctor en Sociología de la Ópera por la Universidad de Nottingham y director de la compañía Ópera en movimiento; Alberto Pérez Amador, doctorado por las universidades alemanas Humboldt y de Wuppertal, quien es experto en el periodo virreinal; el compositor Gabriel Pareyón, doctor en Musicología por la Universidad de Helsinki y estudioso de las culturas prehispánicas; así como el musicólogo y contratenor Emmanuel Pool, y Magda Rey, titular de la Compañía de Ópera de la Benemérita Universidad de Puebla y especialista en ópera nacional. Tambien cuenta con la participación de la soprano Maria Katzarava y el tenor Diego Torre. informes 2228-6197; ópera.esmufaa@igc.edu.mx;opera-mexicana.webnode.es,