La salud física y mental son importantes para desarrollar una vida en equilibrio, pero si le damos cuidados extra a nuestro cuerpo y espíritu podemos aportar m-as a otras personas que seguramente percibirán la buena energía.
Por muchos años las mujeres eran quienes expresaban de manera abierta su preocupación por mantener y reforzar su calidad de vida a través de servicios de belleza y bienestar físico. Pero desde hace algunas décadas el género masculino también se ha convertido en un sector que demanda productos y servicios como los de una estética.
Los caballeros que se consienten piden desde tratamientos capilares que previenen la calvicie o hasta asesoría de cómo vestirse para diferentes ocasiones junto con una mayor preocupación por mantenerse en forma, son solo algunas de las preocupaciones que muchos hombres adquieren en cierta etapa de la vida.
Si bien es cierto que cada persona posee personalidad y estilos propios, la procuración del físico resaltará eso que distingue a una persona de otra y lo más importante es siempre tener presente que los estereotipos que impone la sociedad no van de la mano con lo que realmente prevalece: el bienestar propio.
Romper con el qué dirán sobre las decisiones que un hombre toma respecto a sus cuidados físicos y emocionales van en detrimento, especialistas psicoterapeutas y profesionales de la salud coinciden en que un hombre que se ocupa por mantenerse en forma física y mental presenta una mayor estabilidad, los complejos desvanecen y la seguridad en las relaciones interpersonales se fortalece.
De manera general, podemos decir que los cuidados fundamentales que todo hombre debe realizar son nueve básicos: alimentación balanceada, beber agua, hacer ejercicio, dormir bien, evitar bebidas alcohólicas y tabaco, cuidar la piel, hablar de los problemas emocionales, acudir al médico con regularidad y lo más importante, controlar el estrés.
Realizar deporte o ejercicio de manera regular controla el peso corporal y disminuye las posibilidades de padecer alguna enfermedad, principalmente las relacionadas con el corazón y cerebrales.
Descansar y dormir las ocho horas reglamentarias evitará caer en cuadros de ansiedad, estrés o incluso depresión, por ello la recomendación es un descanso reparador y continuo. En cuanto a la ingesta de alcohol y refresco es bien sabido que afectan al hígado y repercuten en la piel, de manera que ésta adquiere un aspecto de resequedad que a largo plazo acelerará el proceso de envejecimiento. De igual forma, el tabaco repercute en la salud del sistema respiratorio y estomacal.
El hombre de hoy, ha estandarizado a nivel mundial además de estos cuidados, una serie de rituales de higiene que darán una imagen impecable: la utilización de jabones corporales, un lavado diario de cabello, en caso de tener barba, un afeitado impecable, así como su mantenimiento en buen estado; una más acentuada higiene bucal; lavar el rostro con geles específicos y hacerse faciales, así como cuidar de las manos y pies.
Procurar la apariencia física no es sinónimo de banalidad, lleva consigo un trasfondo de salud. El cuidado del cabello, la barba, la piel, las uñas, la nutrición, mantener un cuerpo fuerte y con energía, saber cómo vestir, son detonantes de bienestar integral que se reflejará en el estado de ánimo del hombre que decida sentirse pleno y poder desarrollar una vida con más seguridad y confianza en sí mismo
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